El tratamiento para hernia de disco es fundamental para reducir los riesgos de complicaciones y alivio de síntomas. La hernia de disco es una afección que puede ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral, pero con mayor frecuencia ocurre en la parte inferior de la espalda. A veces se le llama un disco abultado, sobresaliente o roto y es una de las causas más comunes de dolor lumbar, en las piernas o ciática.
Aunque una hernia de disco puede ser muy dolorosa, la mayoría de las personas se sienten mucho mejor con solo unas pocas semanas o meses de tratamiento no quirúrgico. Sin embargo, es necesaria la valoración de un médico para determinar las causas de los síntomas y recibir las indicaciones para el tratamiento adecuado.
Componentes de la columna vertebral
La columna vertebral está formada por 24 huesos llamados vértebras que se apilan uno encima del otro. Estos huesos se conectan para crear un canal que protege la médula espinal. La columna lumbar se compone de cinco vértebras y entre cada hueso hay discos intervertebrales flexibles, planos y redondos que actúan como amortiguadores al caminar o correr. Estos discos se componen de un anillo fibroso, que es la parte exterior, un núcleo pulposo suave y gelatinoso. Además, hay otros componentes como médula espinal y nervios que viajan a través del canal espinal llevando mensajes entre el cerebro y los músculos. Las raíces nerviosas se ramifican desde la médula espinal a través de aberturas en las vértebras.
Causas
Un disco se comienza a herniar cuando su núcleo gelatinoso empuja contra su anillo externo debido al desgaste o una lesión repentina. Esta presión contra el anillo externo puede causar dolor y si la presión es continua, el núcleo gelatinoso puede empujar completamente a través del anillo exterior del disco o hacer que el anillo se abulte. Esto ejerce presión sobre la médula espinal y las raíces nerviosas cercanas. Además, el material del disco libera irritantes químicos que contribuyen a la inflamación nerviosa. Cuando una raíz nerviosa está irritada, puede haber dolor, entumecimiento y debilidad en una o ambas piernas, a lo que se le conoce comúnmente como ciática.
Una hernia de disco es a menudo el resultado del desgaste natural relacionado con la edad en la columna vertebral. Este proceso se llama degeneración de disco. En niños y adultos jóvenes, los discos tienen un alto contenido de agua y a medida que envejecen, disminuye y se vuelven menos flexibles. Los discos comienzan a encogerse y los espacios entre las vértebras se vuelven más estrechos, lo que los hace más propensos a una hernia.
Factores de riesgo
Ciertos factores pueden aumentar su riesgo de hernia de disco. Estos incluyen:
- Género. Los hombres entre las edades de 20 y 50 tienen más probabilidades de tener una hernia de disco.
- Levantamiento incorrecto. Usar los músculos de la espalda en lugar de las piernas para levantar objetos pesados puede causar una hernia de disco. Torcer el torso al levantar también hace la espalda más vulnerable.
- Tener sobrepeso aumenta la tensión en los discos de la zona lumbar.
- Actividades repetitivas que tensan la columna vertebral. Muchos trabajos son físicamente exigentes. Algunos requieren levantar, tirar, doblar o torcer la espalda constantemente y sin las técnicas seguras de levantamiento y movimiento se corren mayores riesgos de una hernia.
- Conducir por mucho tiempo. Permanecer sentado durante largos períodos, más la vibración del motor del automóvil puede ejercer presión sobre la columna vertebral y los discos.
- Estilo de vida sedentario. El ejercicio regular es importante para prevenir muchas afecciones médicas, incluida una hernia de disco.
- Se cree que fumar disminuye el suministro de oxígeno al disco y provoca una degeneración más rápida.
Síntomas
En la mayoría de los casos el dolor lumbar es el primer síntoma de una hernia de disco. Este dolor puede durar unos días y luego mejorar. Otros síntomas pueden incluir:
- Ciática. Es un dolor agudo, a menudo punzante, que se extiende desde la nalga hasta la parte posterior de una pierna. Es causada por la presión sobre el nervio espinal.
- Entumecimiento o sensación de hormigueo en la pierna y/o pie.
- Debilidad en la pierna y/o pie.
- Pérdida del control de la vejiga o intestino. Aunque esto es muy raro, puede indicar un problema más grave llamado síndrome de la cola de caballo. Esta condición es causada por la compresión de las raíces del nervio espinal que requiere atención médica inmediata.
Diagnóstico
Historial médico y examen físico
Después de discutir sus síntomas e historial médico, en la clínica del dolor en Puebla el médico realizará un examen físico que puede incluir una examinación neurológica para determinar si tienen debilidad muscular o pérdida de sensibilidad. Durante el examen se verificará a la fuerza muscular en la parte inferior de la pierna evaluando su caminar con los talones y los dedos de los pies. También puede evaluar la fuerza muscular en otras partes del cuerpo.
Los exámenes también incluyen verificar el nivel de sensibilidad y los reflejos de rodillas y tobillo, los que pueden estar ausentes si hay una raíz nerviosa comprimida. Otra prueba es la de elevación de pierna recta, generalmente utilizada en pacientes menores de 35 años y consiste en acostarse boca arriba para que el médico levante la pierna afectada manteniendo la rodilla estirada; el dolor en la pierna y en la parte trasera de la rodilla es indicador de una hernia de disco.
Es posible que se soliciten pruebas diagnósticas por imagen como una resonancia magnética para obtener imágenes claras de los tejidos blandos del cuerpo, incluidos los discos intervertebrales. También podría solicitarse una tomografía computarizada o un mielograma por tomografía computarizada.
Tratamiento
Para la mayoría de los pacientes, un disco lumbar herniado mejorará lentamente durante un período de varios días a semanas. Sin embargo, algunos pacientes experimentan episodios de dolor durante su recuperación y necesitan un tratamiento para hernia de disco especializado.
La opción conservadora para el dolor de espalda sin cirugía Puebla incluye descanso para aliviar el dolor de espalda y piernas, el tomar descansos durante el día y evitar permanecer sentados durante largos períodos de tiempo, hacer actividades físicas de manera lenta y controlada y evitar movimientos que puedan empeorar el dolor. El médico también puede indicar el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides para el alivio del dolor y terapia física con ejercicios para el fortalecimiento de la espalda y de los músculos abdominales para darle estabilidad a la columna.
En caso de que los síntomas no se alivien a través del tratamiento conservador o si los pacientes presentan síntomas como debilidad muscular, dificultad para caminar, pérdida del control de la vejiga o del intestino, se recomienda una cirugía. Existen diferentes procedimientos para tratar una hernia vía quirúrgica y la más común es la microdiscectomía, de la que hablaremos a detalle en futuras publicaciones en este blog.
Después del procedimiento quirúrgico se recomienda un programa de rehabilitación, la que también ayuda a reducir los riesgos de que se vuelva a presentar una hernia. En la clínica del dolor y cuidados paliativos de la Dra. Mónica Domínguez ofrecemos servicios especializados en tratamiento para hernia de disco. Si desean agendar una cita llámenos al (222) 290 7751, con gusto los atenderemos.