Tratamiento para dolor de huesos y articulaciones

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Para hablar del tratamiento para dolor de huesos y articulaciones, es necesario comprender la fisiopatología. La osteoartrosis es una enfermedad articular caracterizada por degeneración, pérdida del cartílago y alteración del hueso subcondral, asociado a cambios en los tejidos blandos. La osteoporosis es una enfermedad esquelética caracterizada por la disminución en la masa ósea y el deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, ocasionando fragilidad ósea aumentada, con un incremento del riesgo de fractura.

La Organización Mundial de la Salud estableció los criterios densitométricos para el diagnóstico de la osteoporosis, la densitometría ósea se valora en mediciones estándar, se considera normal un valor de +1 a -1; osteopenia cuando se encuentra valores entre -1 y -2.5 desviaciones estándar; osteoporosis por debajo de -2.5 desviaciones; osteoporosis grave es cuando aquel adulto con valores por debajo de -2.5 desviaciones estándar se asocia a una o más fracturas secundarias a osteoporosis. Naturalmente, este tipo de padecimientos se manifiesta con dolor de huesos y articular, el cual puede complicarse en el caso de presentar fracturas patológicas.

El dolor articular agudo puede ser debido a una patología localizada en la propia articulación, en las estructuras que la rodean o ser la manifestación de una enfermedad sistémica. Es necesaria una historia clínica detallada, anamnesis y exploración física adecuadas para facilitar la orientación diagnóstica y posteriormente la solicitud de las pruebas complementarias. El examen de las articulaciones permite diferenciar entre dolor periarticular o articular, de este es importante valorar datos de inflamación como eritema, calor y tumefacción de la articulación explorada.

La afección periarticular incluye tendones, bolsas sinoviales, ligamentos extraarticulares, músculo, fascia, hueso, nervios y piel; lo característico es que se trata de un dolor localizado, superficial, que se manifiesta con los movimientos activos de la articulación, puede haber derrame, pero no hay limitación de la articulación y no suele presentarse crepitación ni inestabilidad articular. La patología articular es producida por afectación del hueso yuxtaarticular, cartílago, ligamentos intraarticulares, meniscos, líquido sinovial, membrana sinovial y distensión de la cápsula articular.

El dolor crónico secundario a patología ósea engloba principalmente 2 problemas de salud pública, la osteoporosis y el secundario a metástasis óseas. En 2008, la OMS dio a conocer que en el mundo, 13% de las muertes (7.6 millones) fueron a causa del cáncer, a su vez, la causa más frecuente de cáncer de hueso es de origen metastásico. Cerca de 50% de pacientes diagnosticados con cáncer desarrollarán metástasis después, de pulmón e hígado, el hueso es el más afectado por las metástasis.

Los principales 5 cánceres, que producen más del 80% de las metástasis en hueso son mama, pulmón, próstata, riñón y tiroides, los sitios en donde más metástasis se presenta es en columna vertebral, pelvis, costillas, cráneo y fémur proximal. De manera secundaria, las metástasis generan dolor de huesos por lo que es necesario recibir un tratamiento adecuado. Para el dolor secundario de tipo oncológico es necesario seguir el tratamiento que administra el especialista en cáncer, como es el oncólogo o el radiooncólogo, aunado a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, es necesario administrar medicamentos para tratar los síntomas secundarios que generan las metástasis óseas.

La principal causa de sintomatología y limitación funcional en el adulto mayor son las alteraciones en el sistema musculoesquelético. 40% de los adultos mayores de 60 años padecen de dolor de huesos y articulaciones. Las enfermedades que causan dolor articular son generalmente crónicas, incapacitantes y difíciles de tratar, lo que al final genera frustración en el paciente al no conseguir mejora con los tratamientos que ha recibido para el manejo del dolor. El dolor articular puede clasificarse conforme a su localización en monoarticular, oligoarticular y poliarticular, además puede presentarse como dolor en pequeñas articulaciones o grandes articulaciones, puede ir acompañado de signos de inflamación (artritis) o sin signos inflamatorios asociados (artralgia). Dentro de las causas más frecuentes de dolor articular encontramos la osteoartrosis, la polimialgia reumática, la gota, pseudogota, artritis reumatoide.

Existen factores modificables para la aparición de osteoartrosis, como son la sobrecarga articular, obesidad, debilidad muscular y la actividad física pesada, los factores potencialmente modificables son trauma mayor, defectos propioceptivos, atrofia de cuádriceps, laxitud articular y enfermedad inflamatoria articular. También existen factores no modificables como es la edad avanzada, sexo femenino, raza, trastornos endócrinos y/o metabólicos, factores genéticos y trastornos congénitos o del desarrollo.

Para el tratamiento para dolor de huesos y articulaciones, en la Clínica de Dolor se realiza un abordaje multidisciplinario, ofreciendo diferentes tipos de terapia, desde un tratamiento convencional con analgésicos y rehabilitación física, hasta tratamientos más avanzados con intervencionismo para lisar las terminaciones nerviosas y así mitigar el dolor de los pacientes. La radiofrecuencia es una corriente eléctrica alterna que oscila en ondas de radiofrecuencia y se utiliza para distintos procedimientos. Se conducen las ondas de radiofrecuencia a través de una aguja con un electrodo en la punta al tejido deseado y la energía de la corriente produce una oscilación molecular y fricción. Esto genera un aumento de temperatura en la punta del electrodo, de manera que si se dirige suficiente energía la temperatura aumenta a tal grado que se genera coagulación tisular y daño permanente. Se utiliza este principio para lisar las terminaciones nerviosas encargadas de conducir el dolor y así mejorar la calidad de vida del paciente.

Los primeros estudios donde se aplicó la técnica de radiofrecuencia pulsada fueron para aliviar el dolor en pacientes con dolor radicular lumbosacro, en los ganglios de la raíz dorsal. En más de 200 artículos publicados, no sean reportado complicaciones neurológicas tras realizar bloqueo nervioso con pulsos de radiofrecuencia.

Ahora sabes un poco más sobre el tratamiento para dolor de huesos y articulaciones, es importante recordar que, ante cualquier molestia, es necesario acudir a un especialista del área de la salud (médicos expertos en dolor, en unidades llamadas CLINICAS DE DOLOR, sobre todo que corrobores que cuenta con la preparación y certificaciones  ya que existen muchos medicos que se presentan como expertos en dolor  con otras especialidades sin contar con la especialidad de dolor) para que te realice una valoración adecuada y se inicie el tratamiento, con el fin de disminuir los síntomas dolorosos que presenta el paciente. En la Clínica de dolor Puebla de la DRA. MONICA DOMINGUEZ CIDtenemos como principal objetivo tratar a los pacientes que han acudido a varios médicos sin haber conseguido resultados y continúan con dolor de huesos y articulaciones, a pesar de haber tomado múltiples tratamientos.