Aunque los síntomas de algunas condiciones de salud disminuyen con el tiempo, no es posible asegurar que una hernia discal tratamiento se curará sin acudir con un especialista y recibir una intervención terapéutica o quirúrgica. Es importante comprender que son alteraciones o desgastes que requieren de atención médica, porque será la única forma de controlar del todo las molestias y reducir los riesgos de que empeore en el futuro.
Una hernia discal surge cuando la parte externa de los discos vertebrales sufre daños o desgaste por culpa de lesiones, enfermedades, sobrecarga o envejecimiento natural, lo que produce que el gel que se encuentra en el interior de estas estructuras salga o empuje la superficie, de tal manera que se presente una presión en el área nerviosa y se desarrollen los molestos síntomas característicos de la condición.
¿Cuáles son las causas de la hernia de disco?
Como se mencionó con anterioridad, son diversas las causas que pueden llegar a producir la hernia discal, entre ellas el envejecimiento natural, dado que se presencia una pérdida de flexibilidad, minerales o fortaleza en el área, lo cual genera el desgaste. No obstante, se aclara que las personas jóvenes también tienen el riesgo de sufrir la alteración, debido a sus labores cotidianas, lesiones y a la exposición de malos hábitos con su columna.
Cuando hablamos de labores cotidianas nos referimos a diversas actividades, entre ellas están los trabajos que requieren fuerzas extremas, como los obreros. Esto sucede porque las personas no miden la cantidad de peso que cargan, exponiendo a la columna a sobrepasar sus límites, por eso también se recomienda que el individuo controle los niveles de masa corporal y no se exceda.
Así mismo, los deportistas o demás individuos que llevan a cabo movimientos repetitivos e incorrectos, tienen el riesgo de sufrir desgaste por el sobreuso. Aunque, también podría tratarse de lesiones que impactaron contra el área, estar sentado por tiempos prolongados o enfermedades degenerativas como la artritis; en cualquiera de los casos, siempre es importante recibir un tratamiento para hernia discal y evitar inconvenientes futuros.
¿Por qué me duele la pierna si se trata de los discos de la columna?
La hernia discal tratamiento se presenta cuando el líquido gelatinoso del interior del disco se sale o ejerce presión sobre el área, lo cual produce un gran impacto en los nervios que se encuentran cerca de la columna. Por esa razón, muchas personas manifiestan dolor incesante y entumecimiento, el que se desplaza por una de las extremidades inferiores e interfiere con la realización de actividades diarias.
Lo que quiere decir que, sin importar si la alteración se encuentra en la columna o espalda, es posible que los síntomas se desplacen hasta la pierna por causa de los nervios que se encuentran afectados, los cuales se encargan de mandar señales de alerta al cerebro. El nervio ciático es aquel que inicia en la región lumbar y recorre cada una de las extremidades inferiores por la parte posterior e interior.
¿Cuándo acudir con un especialista?
Una vez comience a detectar los síntomas, lo conveniente es acudir con un especialista en el tema, quien hará los exámenes requeridos, identificará la causa, realizará el diagnóstico y establecerá un tratamiento para la hernia de disco. Recuerde que todo dependerá del grado del malestar y del motivo de su alteración, porque en ocasiones se requieren intervenciones adicionales que corrijan otros inconvenientes que conllevan a la presencia de esta condición.
Algunas de las señales de alarma son: dolor intenso en la espalda, cuello, brazos o piernas, el cual es persistente e incrementa durante determinadas horas del día, debilidad o sensación de entumecimiento corporal, dificultad para movilizarse y realizar actividades cotidianas, entre otras. Los síntomas dependen del tipo de hernia de disco que padezca, porque está la cervical o la lumbar, según el área afectada.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
Todo dependerá del grado y causa del inconveniente, la cual se necesita solucionar en caso de que se trate de lesiones o problemas relacionados; pero por lo general se inicia con tratamientos basados en fármacos, cambio en los estilos de vida, corrección de la postura o demás acciones beneficiosas, las que se pueden mezclar con ejercicios de fisioterapia y reducir el malestar ocasionado.
Los individuos que no presentan mejoría después de someterse a las intervenciones no quirúrgicas, requieren de cirugías mínimamente invasivas, las cuales solucionen el inconveniente. En pocas palabras, siempre se necesita de asesoramiento médico y procedimientos oportunos, no es conveniente creer que la condición se curará por sí sola, dado que con el tiempo los síntomas empeoran o reaparecen.
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