La hernia discal cervical es un tipo de patología que se suele presentar en la actualidad. Por tanto, conocer sobre el tratamiento para hernia discal cervical permite entender el proceso de recuperación y la importancia de atender esta condición a tiempo. Aproximadamente un 20 a 33% de las enfermedades que se presentan en la columna vertebral afecta la zona cervical. Cuando se habla de hernia de disco, se encuentra relacionada con el desplazamiento del material interno del disco hacia el exterior, por causa del anillo fibroso. Esto puede generar la compresión del canal medular o raíz nerviosa.
Si se presentan síntomas que indican la presencia de una hernia discal cervical es importante tener presente los métodos o tratamientos para atender esta afección.
¿Qué es la hernia discal cervical?
Las hernias discales cervicales afectan a los discos que están ubicados en el cuello. En este caso, el dolor que genera la hernia puede llegar a extenderse, desde la espalda hasta la pierna. Por ende, puede propiciar el dolor de pierna o hacia el brazo. Generalmente, la rotura del disco puede originarse por efecto de su envejecimiento o por deterioro natural, incluso puede presentarse en personas jóvenes por diversas causas.
Por otro lado, existen ciertos factores que afectan directamente a un disco sano, como: un golpe violento, traumatismo o un esfuerzo mal ejecutado. En este sentido, la cirugía puede ser considerada una alternativa de tratamiento para hernia discal cervical, a través de la cual puede disminuirse la presión en las raíces nerviosas o médula espinal. Esto considerando el dolor que se presenta en un disco herniado o un estrechamiento óseo del canal vertebral.
Pronóstico de la hernia discal cervical
La salud puede llegar a mejorar gracias al tratamiento para hernia discal cervical, pero puede ocurrir casos donde transcurre más de un año hasta que es posible llevar a cabo cada una de las actividades cotidianas sin presentar dolor alguno. Al respecto, pueden aparecer ciertas complicaciones, como:
- Dolor en la pierna.
- Pérdida de movimiento o de la sensibilidad en pie o piernas.
- Dolor de espalda prolongado.
- Pérdida del control de la vejiga e intestinos.
- Lesión de médula espinal permanente.
Por tanto, disponer de la observación de un especialista en el tratamiento de esta afección, podrá determinar con tiempo el mejor método para mejorar las condiciones de salud satisfactoriamente.
Pruebas médicas para la hernia discal cervical
Al acudir a consulta con un especialista en dolor crónico en Puebla se procederá a realizar una exploración física de la espalda, con el fin de poder identificar puntos sensibles y determinar qué origina el dolor. Es probable que sea practicado un examen neurológico para evaluar la fuerza muscular, control de los reflejos y la capacidad para sentir pinchazos o golpes.
Por lo general, con la exploración y la historia clínica es suficiente para realizar un diagnóstico, pero si se tiene alguna idea de que pueda existir otro problema o se quiere identificar qué nervios han sido afectados, entonces se realizan algunos estudios como:
- Exploración por tomografía computarizada (TC): se realizan un conjunto de radiografías considerando diversos puntos y luego se mezclan para dar origen a imágenes transversales de la columna y sus componentes.
- Resonancia magnética: se usa un campo magnético y ondas de radio para reproducir las estructuras internas. De esta manera, se puede localizar la hernia y verificar cuáles son los nervios afectados.
- Radiografía: no permite determinar la existencia de las hernias, pero sí se puede descartar la presencia de otros problemas de espalda.
- Mielografía: se utiliza la inyección de un tinte en el líquido cefalorraquídeo que permite la presión sobre la médula o los nervios.
Tratamiento para la hernia discal cervical
Hay varios métodos considerados como tratamiento para hernia de disco. Uno de ellos es el tratamiento conservador que puede combinarse con fisioterapia. Además, se pueden encontrar otras alternativas que ameriten la intervención quirúrgica o medicina alternativa.
- Tratamiento conservador: se trata de una práctica para evitar las posiciones dolorosas y plantea la realización de ejercicios especializados, que pueden ser acompañados de analgésicos como: anticonvulsivos, analgésicos de venta libre, cortisona, narcóticos o relajantes musculares.
- Terapia: en aquellos casos donde el dolor no desaparezca luego de varias semanas, el especialista puede terminar la asistencia de un fisioterapeuta.
- Cirugía: consiste en una alternativa que se considera cuando el tratamiento conservador no funciona, y sobre todo si se continúa presentando debilidad, pérdida de control del esfínter y dificultades para mantenerse en pie. Entonces, se procede a extraer la parte externa del disco, completamente el disco o unir las vértebras con elementos metálicos, con el objetivo de dar estabilidad a la columna o, en ocasiones muy particulares, implantar una prótesis de disco.
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