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¿Qué es y cómo se trata la neuralgia del trigémino?

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Se recomienda consultar a un especialista en neuralgia del trigémino cuando se manifiestan síntomas de este trastorno crónico ocasionado por daños en el nervio encargado de la transmisión de sensaciones del rostro al cerebro. Las personas que padecen este trastorno pueden desencadenar un dolor insoportable incluso ante la menor estimulación, de ello que se requiera un tratamiento médico enfocado al manejo del dolor.

Síntomas

Al inicio, la neuralgia del trigémino puede producir episodios leves y breves de dolor, pero conforme progresa el dolor puede ser más intenso, prolongado y frecuente. Los síntomas del trastorno de dolor ocasionan episodios de dolor grave, punzante o agudo que muchas veces es descrito como una descarga eléctrica, ataques de dolor espontáneo desencadenados al tocarse el rostro, hablar, masticar o lavarse los dientes. También se pueden presentar episodios dolorosos con una duración de pocos hasta varios minutos y ataques que duran días, semanas o meses.

Es posible experimentar dolor constante, tener una sensación de ardor e incluso pasar períodos sin dolor. Estas molestias suelen afectar las zonas inervadas al nervio trigémino, como la mandíbula, la mejilla, los dientes, encías, labios, ojos y frente, aunque estos últimos son menos frecuentes. Por lo regular el dolor afecta únicamente un lado del rostro y se enfoca en un sólo lugar antes de irradiarse.

Causas

La neuralgia del trigémino es consecuencia de una alteración en la función del nervio trigémino, generalmente por el contacto entre una arteria o vena con este nervio localizado en la base del cerebro que genera presión. La neuralgia puede ser resultado del envejecimiento o estar relacionada con otros padecimientos, como esclerosis múltiple o trastornos que dañen la vaina de mielina que protege los nervios, o bien, por un tumor.

En algunos casos la neuralgia del trigémino se desencadena por traumatismos, lesiones quirúrgicas o accidentes cerebrovasculares u otras anormalidades cerebrales. El médico, a través de una serie de pruebas especializadas puede determinar la causa y con ello ofrecer el tratamiento más adecuado para el manejo del dolor.

Desencadenantes de episodios de dolor

Hay diferentes factores que pueden ocasionar el dolor de neuralgia, entre ellos tocarse el rostro, afeitarse, comer, cepillarse los dientes, beber, hablar, maquillarse, sonreír, exponerse al aire, lavarse la cara. Estos difícilmente se pueden evitar, pero los especialistas en dolor crónico en Puebla pueden ofrecerles una alternativa para el alivio de síntomas.

Diagnóstico

Para el diagnóstico es importante que el médico identifique el tipo de dolor que presenta el paciente, la ubicación y los factores desencadenantes. Es por ello por lo que les sugerimos llevar un registro de sus episodios del dolor y presentarlo en su consulta médica, lo que facilitará la tarea del médico para tener un diagnóstico preciso.

Las pruebas médicas empleadas para determinar las causas de la afección son los exámenes neurológicos y las resonancias magnéticas. Con un examen neurológico se toca y examinan las partes del rostro y se hacen pruebas de reflejos para determinar si efectivamente, los síntomas son ocasionados por una compresión de nervios. Con las imágenes por resonancia magnética se pueden identificar padecimientos subyacentes, como tumores o esclerosis múltiples, y en algunos casos puede solicitarse una angiografía por resonancia magnética, en la que se inyecta un tinte especial para la visualización del flujo sanguíneo.

Tratamiento

El especialista en neuralgia del trigémino por lo regular comienza un tratamiento con medicamentos para el alivio del dolor, los que suelen ser suficientes para muchas personas En otros casos, con el paso del tiempo se puede ver disminuida la respuesta a los medicamentos o se pueden desencadenar efectos secundarios por los mismos, así que se recomiendan otras opciones para el manejo del dolor. Es importante mencionar que si se identifica otro trastorno como causa se deberá tratar.

Los medicamentos recetados por lo general son aquellos que disminuyen o bloquean las señales de dolor, como anticonvulsivos, espasmolíticos e inyecciones de toxina botulínica tipo A, conocida comúnmente como bótox.

Las opciones quirúrgicas son la descompresión microvascular y la radiocirugía estereotáctica del cerebro. La primera consiste en reubicar o eliminar los vasos sanguíneos que causan la compresión en la raíz del nervio y para ello el médico hace una incisión detrás de la oreja del lado de la cabeza donde se produce el dolor. Luego, con un orificio en el cráneo, aleja las arterias del nervio y pone un parche blando entre las estructuras.

En caso de que una vena comprima el nervio se puede extraer y si no se identifica compresión podría cortarse parte del nervio. Con el procedimiento de descompresión microvascular se elimina o reduce el dolor, pero aunque es un procedimiento satisfactorio en la mayoría de los casos, es posible que las molestias regresen en algunas personas.

Por otro lado, la radiocirugía consiste en utilizar una dosis de radiación focalizada en la raíz del nervio trigémino para dañarlo y reducir o eliminar el dolor. El alivio con este procedimiento se da de manera gradual y los efectos resultantes pueden tardar un mes en percibirse. La radiocirugía puede repetirse en caso de que el dolor regrese.

También hay otros procedimientos empleados en una clínica del dolor en Puebla, como una inyección de glicerol. Para esta inyección se inserta una aguja a través del rostro y de una abertura en la base del cráneo para llegar hasta un saco de líquido cefalorraquídeo que rodea el nervio trigémino. La inyección es de una cantidad pequeña de glicerol estéril para dañar el nervio y bloquear las señales de dolor. Otra opción es la compresión con balón para enhebrar un catéter con un balón en el extremo e inflarlo hasta lograr un daño nervioso.

Por último, puede utilizarse la radiofrecuencia para provocar lesiones térmicas sobre las fibras nerviosas asociadas con el dolor. Para ello también se inserta una aguja a través del rostro para llegar al nervio, insertar un electrodo y enviar una corriente eléctrica para calentar las fibras nerviosas y dañarlas.

Existen algunos tratamientos de medicina alternativa, que si bien, no se han estudiado de manera exhaustiva, podrían contribuir a mejorar el dolor. Antes de iniciar cualquier tratamiento de este tipo es necesario consultar a su médico ya que podría interactuar con los otros tratamientos que estén siguiendo.

Si necesitan los servicios de especialista en neuralgia del trigémino, la clínica del dolor y cuidados paliativos de la Dra. Mónica Domínguez es una excelente opción. Pónganse en contacto con nosotros al (222) 290 7751 para agendar una cita, con gusto los atenderemos.

 

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